Pareciera que todo es una cuestión de rachas, que hay oleadas cíclicas que marcan una tendencia y las cosas se configuran de una determinada manera durante un período de tiempo limitado. Queda entonces en la agudeza y percepción del hombre aprovechar estas fases. Así, la famosa suerte de principiante o la racha ganadora tiene un límite; el problema en ambos casos, por lo menos en lo que respecta a los juegos de azar, es n saber cuándo retirarse probablemente porque la codicia nubla el criterio.
Es famoso en el caso de los hombres (aunque supongo que tambien en las mujeres) que hay momentos en donde uno tiene un levante infernal (quizás solo una sensación?), en donde te miran, te sonríen y se te infla el ego, hasta creerse irresistible. Pero como todo, pasa esa etapa, la magia o la caradures y volves a ser un loser que no tiene contacto físico ni en la línea D del subte, a las 8:45 AM.
Así podría seguir nombrando ejemplos de la vida cotidiana, pero me quiero focalizar en una fucking racha, una que no sentía hacía bastante tiempo, pero que me está pegando en esta semana particularmente y me estoy sintiendo desbordado. El domingo tuve un evento siniestro y poco claro, que me arrancó una parte de mí y que no pude siquiera despedir como me hubiese gustado. Como si fuera poco, el lunes al volver del trabajo, Tronquito no podía levantarse, comer o siquiera tomar agua; pensando que era una infección urinaria intensa, al otro día coordiné con mi vete para que lo fuera a ver.
Resulta que tiene cálculos en la vejiga y una piedrita le obstruyó la uretra y no podría hacer pis. El problema es que no pudo liberar la obstrucción, lo llevamos a una clínica, análisis rayos, eco, otro intento de desobstruir y nada… no quedaba otra: cirugía. A todo esto iban ya dos litros de suero, enrofloxacina, tramadol y no se cuánta papa más y Tronquito con una cara de dolor y tristeza que no se podía creer. Cuestión que a las 20:00 tenía programada cirugía (después de haber estado todo el día recorriendo dos clínicas, tres veterinarios y 4 consultas para cirugía) y el especialista, antes de operar intentó otra vez liberar la vía, porque operar era muy riesgoso con el cuadro descompensado que tenía. Finalmente pudo empujar el cálculo de nuevo hacia adentro y empezó a liberar orina y sangre acumulada de al menos tres días…
Ahora sigue internado por segundo día para recuperarse y mantener la via desobstruida, para después ver cuándo se puede programar operación u otra terapia para disolver los cálculos (hay un alimento especial para eso, según me comentaron).
No quiero ni hablar de la plata que esto me esta y va a costar, pero lo que más me interesa es que él esté bien y que esta p*** racha pase rápido y pueda volver a mis quejas acostumbradas sobre el tránsito, el cansancio laboral y las críticas de películas, que son una pavada comparado con esto.
Es famoso en el caso de los hombres (aunque supongo que tambien en las mujeres) que hay momentos en donde uno tiene un levante infernal (quizás solo una sensación?), en donde te miran, te sonríen y se te infla el ego, hasta creerse irresistible. Pero como todo, pasa esa etapa, la magia o la caradures y volves a ser un loser que no tiene contacto físico ni en la línea D del subte, a las 8:45 AM.
Así podría seguir nombrando ejemplos de la vida cotidiana, pero me quiero focalizar en una fucking racha, una que no sentía hacía bastante tiempo, pero que me está pegando en esta semana particularmente y me estoy sintiendo desbordado. El domingo tuve un evento siniestro y poco claro, que me arrancó una parte de mí y que no pude siquiera despedir como me hubiese gustado. Como si fuera poco, el lunes al volver del trabajo, Tronquito no podía levantarse, comer o siquiera tomar agua; pensando que era una infección urinaria intensa, al otro día coordiné con mi vete para que lo fuera a ver.
Resulta que tiene cálculos en la vejiga y una piedrita le obstruyó la uretra y no podría hacer pis. El problema es que no pudo liberar la obstrucción, lo llevamos a una clínica, análisis rayos, eco, otro intento de desobstruir y nada… no quedaba otra: cirugía. A todo esto iban ya dos litros de suero, enrofloxacina, tramadol y no se cuánta papa más y Tronquito con una cara de dolor y tristeza que no se podía creer. Cuestión que a las 20:00 tenía programada cirugía (después de haber estado todo el día recorriendo dos clínicas, tres veterinarios y 4 consultas para cirugía) y el especialista, antes de operar intentó otra vez liberar la vía, porque operar era muy riesgoso con el cuadro descompensado que tenía. Finalmente pudo empujar el cálculo de nuevo hacia adentro y empezó a liberar orina y sangre acumulada de al menos tres días…
Ahora sigue internado por segundo día para recuperarse y mantener la via desobstruida, para después ver cuándo se puede programar operación u otra terapia para disolver los cálculos (hay un alimento especial para eso, según me comentaron).
No quiero ni hablar de la plata que esto me esta y va a costar, pero lo que más me interesa es que él esté bien y que esta p*** racha pase rápido y pueda volver a mis quejas acostumbradas sobre el tránsito, el cansancio laboral y las críticas de películas, que son una pavada comparado con esto.