As Good As It Gets...

Ayer, desde que salí de casa, estuve temeroso de las complicaciones del tránsito en la querida (supongo que alguien la querrá) CABA. Llegué una hora más tarde al laburo porque en lugar de ir con el auto hasta Constitución (me cruzo la Capital cada día para ir al trabajo), lo dejé en Belgrano y me fui en subte.

Buscando en el díario cada media hora, esperando alguna noticia sobre movilizaciones, paros o levantamientos populares que me dieran la veña para irme del laburo, se hicieron las seis de la tarde y me dispuse a salir.

Llegado a la puerta de calle de la empresa, miro con extrañeza la ausencia de piquetes, gente enmascarada o señoras con niños en brazos, corriendo y gritando despavoridas...

Suponiendo que los subtes estarían atestados de gente y/o, en el peor de los casos, de paro, me fui haciendo a la idea de ver qué bondi me tomaba y calculando cuánto más tarde iba a llegar para dar mi clase de I.S.O.

Creo que ni a las 2 de la mañana había visto la terminal de Constitución tan vacía, en la medida que iba llegando a la boca del subte, que por suerte encontré abierta y con el servicio funcionando.

Viajé sentado en la C y muy cómodo en la D, al contrario del ensardinado habitual al que por desgracia ya estamos acostumbrados los usuarios de las horas pico. Llegué temprano, relajado y habiendo podido releer el tema para la clase, así que una vez más me sorprendo a mi mismo de cuán influenciables somos por los medios que, así como habían anunciado una jornada caótica, también pueden enfocarse en las salideras y en los robos y en la TV basura y en una sarta de ideas negativas que van carcomiendo la conciencia de la gente y la va llenando de miedo y odio.

Asi que para los medios, para los que se fueron antes y para los que perjudican a la mayoría por un reclamo dirigido a unos pocos...