Salir de la Caverna

Ayer me preguntaba si se podría llegar a ser alguien en la política de manera honesta. Si de alguna manera podríamos cumplir con el ideal del Estado platónico de llevar adelante la conducción conciente de un pueblo, buscando el bien general y no el personal.
En varias oportunidades pensé sobre ciertas personas: "Si se postulase, yo lo votaría". El problema es quién más lo votaría y con qué criterio? Cómo podría esa persona llegar a ser conocido por los demás para obtener la cantidad de votos necesarios para ganar las elecciones.

Creo que en ese mismo hilo de pensamientos me contesté a mi mismo...

Por lo pronto, si alguien necesita otra herramienta de propaganda más que sus hechos y conductas, no tiene los elementos necesarios del líder que debe destacarse del resto y simplemente ocupar el lugar que le corresponde por naturaleza y actos.
Asimismo, si estamos hablando de votar, estamos suponiendo que quienes votan tienen la suficiente conciencia para elegir quien los dirija, pero no la necesaria para organizarse y determinar el objetivo a alcanzar (que en palabras de Hegel "El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere."). Pero esa misma definición no la exigimos a la hora de decidir quién nos va a operar; simplemente vamos con el doctor y él confiamos en su conocimiento.
En definitiva, será que no es el momento de los Sabios o no estamos lo suficientemente concientes para verlos y que la película que nos proyectan en la caverna no es todavía tan horrenda como para obligarnos a salir del cine.
Recuerdo cuando vi IRREVERSIBLE me dio repulsión al borde de las arcadas, pero no dejé de verla. Y es que el morbo no es suficiente, mientras que confiemos que se trata de una película o simplemente que el dolor sea ajeno…?