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lunes, 1 de noviembre de 2010

Junior - El 5° Elemento

Como si fuéramos pocos, se agrandó la familia.
El viernes a la noche, cuando llegué a casa de una larga jornada, estaba un poco preocupado por la tormenta o, mejor dicho, por Tronquito que queda afuera en el patio externo. Dejo el auto en la calle y cuando estoy entrando, siento de atras un sollozo. Al darme vuelta veo un perrito blanco (se le veía el blanco debajo de todo el barro), empapado y asustado, pero decidido a entrar.
Agarro a Tronquito porque pensaba que se lo iba a comer crudo y dejo al perrito afuera que, o bien es de otra persona o es de la calle y estaría curtido. Cierro la puerta de reja, que claro tiene perfiles cuadrados de 1cm de lado, separado por 10cm entre sí y, ni bien llego a la puerta de madera, me encuentro al perro adentro!
Una vez más intento llevarlo afuera, pensando que iba a correr más riesgo adentro con Tronquito que afuera y cual deja vú cierro la puerta y detrás mío vuelve a aparecer.
Los dejé a ambos en el patio, si bien Tronquito estaba inquieto, el chiquito comió algo de balanceado y se acostó hecho un bollito. Cada tanto se lo veía a Tronquito literalmente pegándole con la pata, como diciéndole que esa era su cama y que debía irse a otro lado, pero sin resultados.
Pasó la noche, al otro día temprano me fui al seminario de Tai Chi, despues tuve clases y finalmente a las 21:00 llegué a casa y todavía estaba ahí (considerando que pasa por entre las rejas, había chances que se hubiera ido), así que les dí de comer y pasó la segunda noche en casa.
El domingo, ya más cómodo que cualquiera de los otros habitantes, incluyéndome, lo saqué a pasear y se quedaba al lado mío, sin necesitar correa. Es evidente que no es callejero, por cómo se maneja y cómo se mueve, así que espero que el dueño lo reclame, considerando que hace un año se me escapó Tronquito y sufrí mucho pensandoq ue no lo volvería a ver.
Por ahora, se queda en casa temporalmente, hasta que aparezca su amo. Con Junior (como lo he dado en llamar) se suma el quinto elemento en la familia. Lo que me preocupa es que cada vez son más mascotas y yo sigo siendo el único humano; tengo miedo que un día me digan la verdad, que la mascota soy yo y estoy para servirles...!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Tronquito!!!!

Animales... tan incondicionales.
Deberíamos aprender de ellos.

AS dijo...

Tronquito debía crecer y ser Tronco, pero no maduró, así que sigue siendo Tronquito :D

Los animales tienen la inocencia de los chicos, pero les falta el raciocinio del hombre. La pérdida de la inocecia es el sacrificio de la evolución.

Beso!

La_Go dijo...

uuu si le diste de comer, no se va mas!!!!!!

AS dijo...

Jaja! No podía no darle de comer!!!
Espero aparezca el dueño, por el bien de él, del dueño y mío, jaja!
Hasta entonces, lo re-banco.
Beso!

Anónimo dijo...

Te digo algo, entre inocencia y raciocinio, me quedo con la primera. Y no evoluciono nada!

Nos leemos luego, beso!

Sil dijo...

Awwww

AS dijo...

Lo extraño, Ro, es que elegir es un mérito de la razón...

TSE-SET, algo así escuché el viernes a la noche de la boca de Junior: Awwww... jaja!

Besos!

 

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